El trabajo de la facturación médica es crucial para recibir los pagos por servicios de salud ofrecidos. El ciclo de la facturación puede llevar de unos pocos días a meses, dependiendo de la complejidad de los servicios ofrecidos, manejo de los rechazos a los reclamos, y cómo las organizaciones se encargan de tomar la responsabilidad financiera de sus clientes. Por eso, es importante que conozcas los retos de trabajar como facturador médico.

La facturación médica es un reto para todos los especialistas en el área. Desde la entrega de reclamos, elegibilidad y verificación de beneficios, consultas de los estados del reclamo y hasta consultas externas, forman parte de los retos que conlleva ser un facturador médico.

El software

El facturador médico no solo trabaja con su conocimientos de aseguradoras y centros de salud, sino que debe tener un manejo de reclamos electrónico e invertir en sistemas especializados en la facturación, además de la educación correspondiente para manejarlos efectivamente. Los llamados sistemas EDI (intercambio de información electrónica, de acuerdo con sus siglas en inglés), automatizan cierto rango de procesos de reclamos.

No solo es necesario invertir en un sistema EDI, sino que este tiene que ser uno que ofrezca un rango comprensivo de transacciones automáticas, porque no todos los sistemas los incluyen.

Los detalles precisos

Muchas veces, los facturadores deben comunicarse con los centros de salud con los que trabajan, para obtener cada detalle necesario para hacer el reclamo. Un reclamo sin la información suficiente, es un reclamo rechazado que luego debe ser apelado, lo que quita tiempo para poder trabajar en otro nuevo reclamo.

Por esta razón, los facturadores se enfrentan con el trabajo de obtener la mayor cantidad de detalles posibles, incluso más que los especialistas de salud pensaban que necesitaban al momento de crear el reclamo.

Transparencia

Además de los detalles específicos de cada paciente, cada facturador debe ser 100% transparente al momento de crear un reclamo. Incluso, se les pide a los proveedores y centros de salud que implementen estrategias de precios transparentes para ayudar a entender a los pacientes su responsabilidad financiera y motivarlos a pagar.

Si un centro de salud olvida informar a sus pacientes de sus responsabilidades financieras, puede llegar a considerarse una falla de facturación médica. Por ende, los facturadores también ayudan a los centros de salud a entender qué cambios deben realizar para que los reclamos que se hagan tengan la menos cantidad de problemas posibles.

Trabajar como facturador médico implica retos que no están escritos en los libros de educación, pero que, al momento de superarlos, puedes asegurar que estás frente a un experto de la facturación. En AGS Medical Billing, somos expertos que conocemos los retos de trabajar como facturador médico, y te aseguramos que trabajamos en conjunto contigo para que tengas el mayor éxito con tus reclamos.